domingo, 4 de mayo de 2025

El chiscuaro (Crotophaga sulcirostris): un ave habitual de los amaneceres y atardeceres calentanos

    En los caminos polvorientos y las huertas soleadas de la Tierra Caliente, hay un ave que pocos nombran por su denominación científica, pero que todos conocen por su nombre popular: el chiscuaro. Su presencia es tan cotidiana como el canto de un gallo o el ruido de un machete en la milpa. Aunque de apariencia modesta y vuelo torpe, el chiscuaro cumple una función silenciosa pero vital: controla insectos, anuncia cambios de clima y, para muchos, representa uno de los vínculos más entrañables entre la naturaleza y la vida rural.

Su nombre, tan sonoro y tradicional, ha pasado de generación en generación en los pueblos calentanos, y aunque su canto no sea melódico, su figura negra y su andar entre potreros y caminos lo hacen inconfundible. Conocer más sobre este pequeño habitante de nuestra región es una forma de valorar la riqueza biológica y cultural que aún se conserva en nuestros paisajes.

A continuación, te presentamos una ficha informativa del chiscuaro, también conocido en otros lugares como garrapatero o pijuy, cuyo nombre científico es Crotophaga sulcirostris.

Figura 1. Pájaro conocido en la región de Tierra Caliente como "chiscuaro"  (Crotophaga sulcirostris)

Clasificación científica

  • Nombre científico: Crotophaga sulcirostris

  • Familia: Cuculidae

  • Orden: Cuculiformes

  • Nombre común local: Chiscuaro

  • Otros nombres comunes: Chicurro, garrapatero, pijuy, pijullo, ticul, tijolo


Descripción física

El chiscuaro es un ave de plumaje completamente negro, aunque con reflejos metálicos azulados cuando le da el sol. Su principal rasgo distintivo es el pico grueso y curvado hacia abajo, con surcos bien marcados. Mide entre 15 y 20 cm de largo y tiene una cola larga que suele mantener baja mientras camina. Sus alas son cortas y redondeadas, por lo que su vuelo es torpe, alternando planeos y aleteos pesados.


Distribución y hábitat

Es un ave común en zonas tropicales y subtropicales del continente americano, desde México hasta América del Sur. En Tierra Caliente, es fácil verlo en potreros, huertas, cercas vivas, caminos rurales y árboles dispersos, especialmente en tierras bajas y cálidas.

Suele andar en pequeños grupos, posándose sobre cercas de alambre, postes o incluso sobre el lomo del ganado.




Alimentación

El chiscuaro se alimenta principalmente de insectos: chapulines, larvas, escarabajos y orugas. Pero lo que lo hace especial es su costumbre de alimentarse de garrapatas que retira de vacas, caballos y burros, ayudando así al ganado y convirtiéndose en un aliado natural del campesino, es por ello, que debemos considerar muy importante a esta especie en la región.

También consume frutos pequeños e incluso restos de alimentos en el campo, por lo que se le considera una especie oportunista y beneficiosa.


Reproducción

Construyen nidos grandes y algo desordenados, con ramas secas, en árboles medianos o altos. Allí depositan de 2 a 4 huevos, que incuban ambos padres. Como otras aves de su familia, pueden compartir el mismo nido con otros miembros del grupo, criando de forma comunal.

Los polluelos están en riesgo por depredadores como culebras, tlacuaches y aves rapaces, especialmente si los nidos están mal ocultos.


Importancia cultural

En muchas comunidades de Tierra Caliente, el chiscuaro no solo es conocido, sino que forma parte del lenguaje y la vida cotidiana. Su canto ronco, que se escucha antes o durante la temporada de lluvias, es tomado como un anuncio natural de que el temporal se aproxima.

Frases como “ya cantó el chiscuaro” todavía se escuchan en los pueblos cuando el cielo se carga de nubes o cae la primera llovizna.

Además, por su costumbre de limpiar a los animales, se le considera una ave útil y respetada por la gente del campo.


Curiosidades

  • No es un ave cazada ni domesticada, pero es bien tolerada por su utilidad.

  • Puede convivir con humanos y animales sin mostrar mucho temor.

  • A pesar de su color oscuro y su vuelo pesado, es una de las aves más queridas por los campesinos por su rol en el equilibrio ecológico.


Conservación

El chiscuaro no está en peligro de extinción, pero como muchas especies, se ve afectado por la pérdida de hábitat, quema de pastizales, uso de pesticidas y la urbanización creciente.

Proteger su hábitat, evitar el uso excesivo de químicos en el campo y promover la educación ambiental son acciones clave para asegurar su presencia en nuestros paisajes.




domingo, 2 de marzo de 2025

San Miguel Totolapan: Tierra de Historia y Tradición

Ubicado en la región de la Tierra Caliente de Guerrero, el municipio de San Miguel Totolapan es un lugar donde la historia, la cultura y la naturaleza se entrelazan. Su nombre proviene del náhuatl, donde totolin significa “guajolote” y apan se traduce como “río” o “agua”, dando como resultado el significado de "río de los guajolotes" o "lugar donde abundan las aves". Esta denominación no es casualidad, ya que desde tiempos ancestrales, el guajolote ha sido un elemento fundamental en la vida de sus habitantes.

El Guajolote: Símbolo de Identidad y Tradición

El guajolote, ave originaria de Mesoamérica, tiene una profunda conexión con la cultura de San Miguel Totolapan. Más allá de ser una fuente de alimento, ha representado prosperidad, ritualidad y resistencia. En la época prehispánica, su carne era un manjar reservado para ceremonias y festividades importantes, mientras que sus plumas y huesos se usaban en la elaboración de vestimentas y herramientas.

Aún en la actualidad, el guajolote sigue ocupando un lugar especial en la gastronomía local. Platillos como el mole de guajolote forman parte de la identidad culinaria del municipio. Además, en muchas casas todavía se crían guajolotes de manera tradicional, manteniendo vivas las prácticas ancestrales de crianza y alimentación. Además, cabe recalcar que domesticar estas aves no resulta muy complicado ya que una vez alcanzando algunos meses de nacidos, se adaptan al clima de la región, solamente se debe tener énfasis en cuidarlos de polluelos debido a que se pueden ahogar tomando agua o se quedan con las patas hacia arriba y pueden recibir un pisotón de la madre guajolota.

El hecho de que el nombre del municipio haga referencia a esta ave refuerza su papel como emblema de la comunidad, recordando a propios y extraños que San Miguel Totolapan es un pueblo con raíces profundas, donde la historia se respira en cada rincón y la naturaleza sigue siendo parte esencial de la vida cotidiana.