lunes, 15 de junio de 2009

95 Años del sitio de Huetamo, Michoacán.

Otra pincelada más de historia calentana, gracias a las notas del despertar del sur...
-En 1914 se enfrentan los generales José Rentería y Cipriano Jaimes a Cheque Peña, que había tomado la ciudad.
-El enfrentamiento a balazos duró una semana; la sangre daba al tobillo, recordaba anciana de Chumbítaro.


José Rentería Luviano, liberó a Huetamo del sitio.

HUETAMO, MICH. El día de ayer, domingo 14 de junio del año 2009, de manera puntual se cumplieron 95 años de que Huetamo se convirtiera en una ciudad mártir, tras ser sitiada y bañada en sangre a lo largo de una semana, al ritmo de la metralla que vomitaba muerte y desolación por todos sus barrios: Cahuaro, Alto, Dolores, Pirinda, El Cuinique, El Toreo, El Terrero, Loma Linda y el centro.
Claro, de esta negra experiencia, hubo un judas traidor que participó en la tragedia. Se llamaba Ezequiel Peña, quien primero había sido un recto militar sanluquense, pero terminó vencido por el brillo del dinero y la traición, y la inocente víctima fue Huetamo, y de esa forma, con promesas de poder y riqueza, luego de convertirse en un tránsfuga de la revolución, Peña, convencido por Huerta sacrifica la ciudad.
Peña, originario de San Lucas, lo tenía todo: parque, municiones, cañones, caballos, rifles, dinero, soldados y el control total desde tiempo atrás de la guarnición militar de Huetamo, mientras tanto el general huetamense José Rentería Luviano merodeaba cerca, y tras lograr un acuerdo con el jefe máximo de las fuerzas armadas de Tierra Caliente, Gertrudis G. Sánchez, se acordó que con un cañonazo lanzado de las faldas del cerro de Tomatlán la madrugada del 14 de junio de 1914 se buscaría rescatar la ciudad.
Todo estaba listo, y en los cuatro puntos cardinales de Huetamo se colocaron las fuerzas militares que atacarían al mismo tiempo a Peña, de tal forma, señala con lujo de detalles el general y escritor huetamense Jesús Millán Nava, quien desde su cargo de secretario particular de Rentería Luviano, al igual que el coronel Salvador Alcaraz, y el general Cipriano Jaimes, nacido en Pungarabato, se lanzarán con todo por rescatar la heroica plaza de Huetamo.
Millán Nava, de quien por estos días se reedita su libro “Historia de la Revolución Maderista en Guerrero y Michoacán”, recuerda en sus páginas el fragor de la batalla, los atrincheramientos en Cahuaro, Barrio Alto, Cutzio, en El Cuinique, así como el temerario intento del entonces incipiente militar, Joaquín Amaro, quien encima de su caballo y a galope tendido rompió el sitio y cruzó la ciudad en medio de una lluvia de balas, pero que no logró otra cosa que encender los ánimos de la soldadesca.
Otro significativo detalle de ese sitio sangriento, es lo que sucedía en el kiosco del pueblo, dado que Peña, en su afán de animar a sus soldados, ordenó al director de la banda del pueblo que entonara variados temas, sin importar que las balas silbaran fatalistas sobre las cabezas de los músicos y atravesaban los instrumentos musicales, mientras que alrededor la caballada militar daba rienda suelta a sus instintos, mientras que un personaje tartamudo dueño de una portentosa puntería tumbaba cristianos desde la torre mayor del templo.
Nadie sabe a ciencia cierta las bajas que de un lado y otro dejó el sitio de Huetamo, pero se habla de miles de muertos, al grado que gentes longevas que vivieron esa epopeya recuerdan que los marranos salían de los arroyos con pedazos de pierna, brazos, manos e intestinos, en tanto que una anciana que logró superar la edad de los 100, nos comentó en Chumbítaro que hubo momentos en que “la sangre daba al tobillo”.
Varias víctimas de ese cruento sitio militar fueron los comerciantes extranjeros que vivían en la ciudad, que fueron utilizados por Cheque Peña como escudo humano en su espectacular huída rumbo a Tejupilco, y que tras lograr su objetivo, en aquella población del estado de México sería muerto por la propia gente que se llevó de Huetamo.
De esa forma, la crónica local recuerda ese suceso que enlutó a una ciudad y la marcó para siempre, aunque la historia, a veces cruel, hoy olvida el nombre de su máximo, militar, José Rentería Luviano, quien antes de caer prisionero en la Ciudad de México en 1925, decidió arrancarse la vida, mientras que poco tiempo después, sucede lo mismo con Cipriano Jaimes, el orgullo militar de Pungarabato, asesinado en Zitácuaro, también en forma extraña.
Por fortuna, para los grandes personajes de Tierra Caliente, el Sexto Coloquio de Cronistas y Escritores organizado por la Unidad Profesional (Unip) del Balsas, recordó a muchos de esos personajes que lucharon en la revolución de Guerrero y Michoacán, y tal como lo señaló allí un ponente: la raya de agua no puede impedir que seamos hermanos, de raza, de sangre y de cultura.
Fuente:
Despertardelsur.com















miércoles, 3 de junio de 2009

Fotos de El Escondido y El Remance, Guerrero.

Hola a todos nuestros visitantes, aquí reportándonos con esta pequeña actualización, queremos dar la bienvenida a nuestros amigos de Pineda, Guerrero y San Miguel Totolapan, visiten sus páginas que están publicadas en nuestras webs amigas, encontrarán material muy interesante, como fotos, videos, música calentana, etc..

Pasando a nuestro post, era en tiempo de aguas, hace algunos años, son fotos que acabo de recuperar de unos respaldos, fue una visita al Remance, Guerrero pasando por El Escondido y la famosa piedra de la virgen, los valles del Escondido albergan muchas hectáreas de cultivos de Melón para exportación. Además como dejar sin mencionar al Rio Balsas, que buenos chapuzones nos dimos esa vez con los amigos.

También les comparto unas bellas tomas de el Cerro del Águila visto desde el Remance, que buenos paisajes tenemos en Tierra Caliente. Aquí les dejo las fotos:


El acceso a estas poblaciones rurales se encuentra en la comunidad de Santo Niño, Gro.


El tramo carretero que se encuentra pavimentado con asfalto redujo el tiempo de viaje considerablemente, cabe mencionar que llega hasta la comunidad del Escondido, por lo que debemos continuar por terracería hasta las siguientes comunidades.


En nuestro trayecto, existe un lugar como un kilómetro antes de llegar a la población en donde se apareció la Virgen de Guadalupe, donde cada vez que pasas por ahí, debes persignarte como buen católico.

Y aquí llegamos a El Escondido, Guerrero, en esta desviación a la derecha se encuentra la comunidad de el Nanche Colorado, nosotros seguimos derecho para llegar al Remance nuestro destino final.


Avenida principal de El Escondido, esta comunidad fue la primera con la cual abrimos este espacio hace aproximadamente un año.

Ahora por terracería hasta el Remance!!!

EN EL REMANCE, GUERRERO:


Por fin hemos llegado, esta calle va rumbo a El Cubo, pero esa comunidad es otra historia, luego se las publico.


Los billares del pueblo, donde toda la razita se junta por las tardes a jugar baraja o dominó, o simplemente a echarse unas chelitas.


Pasamos la miscelanea "Bety" por las cocas y las sabritas para botanear en el Río Balsas.


Y aquí en el Rio Balsas, cruzando de orilla a orilla, lamentablemente esta belleza natural de la Tierra Caliente cada día está más contaminada, pero fue un día muy divertido!



Y me despido con esta fotografía que me gusta mucho, el cerro del Águila visto desde el Remance y un campesino calentano "arriando" su ganado.


Es todo por hoy, casi son vacaciones esperemos andar por Guerrero pronto! Saludos y hasta la próxima!